Otra belleza que aparece abandonada en una colonia, esto es un no parar. A ver cuando empezamos a concienciarnos que un gato doméstico y mucho menos un bebé, no puede adaptarse a vivir en la calle y menos que lo acepten a vivir en una colonia.
A Manuela la encontraron con el pelo enmarañado, con poco peso, debil. Si no actuábamos rápido podría morir.
Gracias a su acogida, ya descansa tranquila. Esta cogiendo peso y recuperando el lustre de su pelaje.