El caso de Jason es muy triste: ha pasado su corta vida en un terreno pero vendieron el terreno y no querían al pobre animalito, así que pensaron que la mejor solución era meterlo en un mini almacén de 6m².
Lógicamente, de la ansiedad que esto le género, se ha cortado los pelos de su propia cola, consecuencia de girar sobre sí mismo.
Tuvieron un poco de sentido común y nos expusieron el caso. Ante el grado de ansiedad que presentaba, no pudimos decir que no. Ahora estamos trabajando para que se recupere.