Nos cuentan que este gatazo era un miembro más de una familia, bueno familia, por llamarlos de alguna manera. Cuando se mudaron, lo dejaron en la calle sin tener ningún miramiento ni preocuparse por él ...
Tras muchos meses en la calle, pidiendo mimos de un lado a otro, sin tener ni idea de cómo buscarse la vida, nos escribieron y contaron el caso.
Ahora el grandote de Shere Khan descansa tranquilamente en un hogar de acogida, a la espera de encontrar uno para siempre.