La pequeña Nekane fue abandonada en la calle. Ese mismo día la vió una compañera por la zona, llorando y restregándose con la gente, pero lo que siempre decimos: sin acogida, imposible poder ayudar a ninguno. Tras solo 48 h después Nekane tenía un aspecto horrible, cobijandose en los motores de los coches, sin saber dónde dirigirse para alimentarse.
Entre ambas fotos solo hay 48 horas de diferencia. 48 horas de miedo, hambre, sed, suciedad y peligro. Es una gata extremadamente cariñosa y confiada que no entendía nada de lo que sucedía...