RITA apareció en las inmediaciones del cortijo de una familia, mendigando comida, obviamente le dieron cobijo. Al día siguiente la llevaron al veterinario para comprobar si tenía chip y ¡SORPRESA!, si tenía. Pero la alegría solo le duró unos minutos ya que al contactar con el dueño, dijo que no la quería, que se la había dado a un amigo,….palabreria… La chica le pidió que al menos se la cediera para poder darla ella en adopción y no tardó nada en presentarse en el vete para firmar la cesión.