Noticias y prensa

Queremos agradecer a Rosario su gesto. Compró esta silla para su perrita Nora pero lamentablemente no pudo estrenarla ya que falleció. Pese a su dolor, ella desea que ya que no pudo ayudar a su pequeña, sirva para algún otro peludo que lo necesite.

Nosotros actualmente no tenemos peludo que la requiera así que si alguna protectora tiene alguno que la necesite que nos escriba un mail y se la haremos llegar.

Lahuellaroja.almeria@gmail.com

Hace unos días recibimos un mensaje maravilloso desde la FUNDACIÓN OCHOTUMBAO, presidida por Dani Rovira y Clara Lago, en el nos comunicaban que iban a donarnos:

¡¡450 KILOS DE COMIDA PARA LOS PELUDOS!!.

Solo podemos decir GRACIAS ,GRACIAS Y MIL GRACIAS por ayudarnos a seguir adelante.

Gracias a TERRANOVA CNC por ser tan generosos y a Ochotumbao por gestionarlo y hacérnoslo llegar. 

ENTRE TODOS SUMAMOS PARA PODER SEGUIR ADELANTE .

Hoy la prensa local se hace eco de la historia de nuestra pequeña Pelusa:

El cariño y el cuidado, los mejores alimentos para Pelusa.

Esta gatita fue rescatada cuando tan sólo pesaba 100 gramos, cinco meses después ha alcanzado el kilo. 

Pelusa, una pequeña gatita, ha tenido una segunda oportunidad. La Huella Roja y su familia de acogida la han salvado de una muerte casi segura. Los remedios, como en la mayoría de los casos, han sido el cariño y el cuidado recibido. Una atención que en este caso, nunca mejor dicho, la ha alimentado.

Queremos dar las gracias a Jorge y Alicia. 

El día 1 de Octubre de 2017  fue el día de su boda y pensaron en nuestros peludos para destinar el dinero recaudado de los regalos.

Sus perros Baco y Calma fueron los encargados de contarles a los asistentes que el dinero iba destinado a compañeros peludos sin tanta suerte como ellos.

Es maravilloso ver gestos así. Esperamos que seáis muy felices. 

¡Gracias de todo corazón!.

Asustado, solo y temblando así estaba este pequeño en la puerta del zoosanitario.

La ciudad de Almería carece de servicio de recogida por la noche con lo cual allí iba a quedarse hasta que a las 8 de la mañana llegase algún operario a incorporase a su puesto.

Toda una noche a la intemperie a merced del primer desaprensivo que quisiera hacerle daño y sin posibilidad de huir en caso de peligro ya que estaba atado.

Pese a que eran más de las 12 de la noche y tras muchas llamadas y nervios buscando quien pudiera ir a recogerle consiguimos rescatarle.