Moka

Nos contactaba la dueña de una peludita nuestra, de la que tenemos constancia absoluta de lo que odia a los gatos, que una panterita preciosa se había metido en el taller, habían tenido que meter a la perra en una habitación, por qué se la quería merendar.

Dicen que llevaba un par de días rondando por el polígono industrial, y vino a meterse en el menos apropiado o en el mejor según se vea.

Es una gata preciosa, brillante y carente de chip.

Si quieres darle un hogar, no dudes en escribirnos a felinalahuellaroja@gmail.com