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Esta monería de perrita acudía diariamente a comer a la puerta de un supermercado. Ha tenido las mejores atenciones y no le faltaba de nada porque incluso uno de los trabajadores se la llevaba a su porche tanto a mediodía como por la noche. Pero sus perros propios no la aceptaban y por eso no podía dejarla entrar.
Esto ha estado pasando durante 3 semanas pero el día de la lluvia se dieron cuenta que realmente no era vida para ella. Siendo tan buena y dulce necesitaba una casita propia.
Pese a la fuerte lluvia, ella seguía fiel en la puerta de la tienda. Como gracias a las últimas adopciones teníamos algunos huecos decidimos salir corriendo a por ella para ayudarla.
Y ahora está tan feliz como la veis en las fotos, relajada con techo para dormir, con una cama blandita para descansar, y por supuesto sin faltarle nada de comida.
Ahora falta la parte más difícil, que entre todos le busquemos una casita.
Si estas interesado en adoptar, amadrinar, o cualquier duda escribe a lahuellaroja.almeria@gmail.com